Un recurso vital para nuestros niños

Uno de los recursos más indispensables en nuestra vida es el agua. Gracias a su existencia es posible realizar la mayor parte de nuestras actividades diarias, es fundamental para la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad, y además es la materia prima necesaria para la generación de energía limpia a través de centrales hidroeléctricas. Sin embargo, nos hemos acostumbrado tanto a tenerla que damos por sentado el que siempre estará ahí para nuestro consumo, olvidando que en el mundo millones de personas aún no cuentan con el vital líquido en sus casas e incluso en sus ciudades.

A pesar de que nuestro planeta está cubierto un 70% de agua, solo el 3% es potable, y en los últimos años su uso ha incrementado exponencialmente así como también su desperdicio y contaminación, situación que nos impacta a todos, especialmente a los niños quienes son la población más vulnerable ante la ausencia de agua apta para su consumo. En este sentido, la puesta en marcha de acciones que nos permitan aportar a la potabilización de este vital líquido se convierte en una prioridad.

A partir de esta necesidad, la Fundación Enel de las compañías Enel-Codensa y Enel-Emgesa, en conjunto con la Fundación Siemens, hemos desarrollado una iniciativa, en donde la vida, la innovación, la tecnología y el agua limpia se juntan para construir entornos sanos y promover el uso eficiente de los recursos naturales en el Departamento de Cundinamarca.

MEJOR CALIDAD DE VIDA, SALUD Y EDUCACIÓN EN LOS MUNICIPIOS

Ratificando nuestro compromiso con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, con los que buscamos aportar al mejoramiento de la calidad de la educación en nuestro país, garantizar el acceso a fuentes mejoradas y seguras de agua potable, y al mismo tiempo contribuir con la construcción de ciudades y comunidades sostenibles, surge el programa Vital que contempla la instalación de filtros de agua que permiten eliminar el 99.9% de los virus y bacterias que puedan estar presentes en la elaboración de alimentos y bebidas de las instituciones educativas de Cundinamarca.

Las primeras escuelas beneficiadas de este proyecto son la Institución Educativa de Pueblo Nuevo, en San Antonio del Tequendama y la Institución Educativa de San Benito en Sibaté, en donde con la implementación de esta iniciativa hemos beneficiado a aproximadamente 430 estudiantes en total, quienes por primera vez disfrutan de agua potable en sus escuelas.