En Enel, estamos convencidos de que el futuro sostenible se construye a partir de hoy, y, para lograrlo, creemos firmemente en la importancia de contar con aliados estratégicos que compartan nuestros valores y principios, por eso hemos adoptado una serie de buenas prácticas de desarrollo sostenible que no solo fortalezcan nuestra cadena de valor, sino, que también aseguren una operación responsable con nuestro planeta.
Buenas prácticas de sostenibilidad con proveedores de carbón
Los proveedores de carbón se convierten en piezas clave en nuestro camino hacia la sostenibilidad, por lo que, en Enel, nos tomamos muy en serio la selección y calificación de los nuestros, creando un proceso riguroso que garantiza que cada uno de ellos cumpla con los más altos estándares de sostenibilidad, seguridad y normatividad. Esto no solo nos permite asegurar un suministro confiable para nuestras centrales termoeléctricas, como la de Termozipa, sino que también nos ayuda a promover una industria más ética y responsable. Algunos de los aspectos clave que evaluamos incluyen:
- Cumplimiento de la legislación minero-ambiental: nos aseguramos de que nuestros proveedores operen de manera responsable, cumpliendo con todas las normativas ambientales y mineras.
- Salud y seguridad minera: verificamos que se implementen medidas efectivas para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores.
- Compliance y reputación: evaluamos la transparencia y las prácticas éticas de cada proveedor, para que estén alineados con los principios de Enel.
- Capacidad operativa: revisamos la infraestructura y capacidad de producción de las minas, así como la disponibilidad de recursos.
- Sostenibilidad: realizamos un diagnóstico completo en ocho aspectos fundamentales que reflejan nuestro compromiso con el medio ambiente.
Para asegurar que nuestros proveedores no solo cumplan con estos requisitos iniciales, sino que continúen mejorando, hemos desarrollado un Plan de Sostenibilidad Integral. Este programa busca acompañar a los proveedores durante la ejecución de los contratos, ayudándolos a fortalecer sus buenas prácticas de desarrollo sostenible y operativas. El plan se estructura en tres fases clave:
Diagnóstico y categorización inicial
Al iniciar la relación con cada proveedor, realizamos una encuesta que mide su desempeño en ocho aspectos prioritarios: proyectos sociales, derechos humanos, desarrollo de capacidades, calidad de vida, sostenibilidad, contratación local, diversidad y alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Con base en los resultados, categorizamos a los proveedores y diseñamos un plan de acción personalizado para mejorar su desempeño en estas áreas.
Ejecución y seguimiento
Durante la ejecución del contrato, llevamos a cabo visitas técnicas a las minas para monitorear de cerca el progreso de cada proveedor en los aspectos prioritarios. Además, brindamos capacitaciones especializadas en temas clave como derechos humanos, reportes de sostenibilidad, economía circular y seguridad laboral. Este acompañamiento asegura que los proveedores no solo cumplan con los requisitos establecidos, sino que adopten mejores prácticas de forma continua.
Evaluación y reconocimiento
Al finalizar el proceso, realizamos una evaluación de las evidencias recolectadas y recategorizamos a los proveedores en función de su progreso. Aquellos que demuestran un alto compromiso y evolución en las áreas priorizadas reciben un reconocimiento especial por su contribución al respeto de los derechos humanos y su apoyo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Nuestra relación con los proveedores va más allá de la simple transacción comercial. En Enel, creemos en la construcción de alianzas estratégicas que generen valor compartido. De esta forma promovemos la competitividad de nuestros proveedores, creando una cultura de negocio más sostenible.