“Querer ayudar es la principal motivación que tenemos, poder compartir un alimento o juguetes con quienes más lo necesitan es lo valioso”

– Maria Graciela Monroy.

2. Cuéntale a las personas que van a compartir su energía por dónde empezar

Encontrar ese parche de amigos o familiares es más sencillo de lo que parece. Y como muchas personas desean transmitir toda esa buena energía que trae la Navidad, aprovecha e invítalos a hacerlo. Por ejemplo, María Graciela y las siete familias pusieron en marcha la recolección de fondos entre ellos para las donaciones.

Una vez ya reunido el aporte económico que se tradujo en regalos para 30 niños,  estos fueron compartidos en parques y calles de los municipios. Para ayudar definitivamente solo se necesita querer hacerlo.

 

Dale un giro a tu tradición navideña con estos 3 prácticos consejos.

 

3. Convierte tu energía en generosidad

Porque las buenas acciones son como la energía, nadie la puede ver pero hace al mundo girar. Empieza a cambiar la idea de que hay que esperar a que otros ayuden, hazlo tú y así como la familia Monroy, realiza pequeñas acciones (como recolecciones de objetos o dinero) y bríndalas a las personas que las necesitan.

Recuerda, lo mejor de compartir tu energía con otros es transformarla en valiosas acciones para alegrar corazones. Comienza a repartirla con buenas y pequeñas acciones, vas a ver que a partir de ese momento, tu energía no va a dejar de circular.